El reciente fallecimiento de Dulce, la legendaria intérprete de “Tu Muñeca”, ha dejado al mundo de la música romántica en un duelo profundo. Pero más allá de su inigualable voz y los éxitos que marcaron generaciones, su vida guarda historias fascinantes que nos acercan a una mujer cuya conexión con México y su historia familiar va mucho más allá de los escenarios.
Nacida como Bertha Elisa Noeggerath Cárdenas el 29 de julio de 1954 en Tamaulipas, Dulce brilló como una de las grandes figuras de la música. Sin embargo, en el año 2017, esta artista vivió un momento que la marcó profundamente: un viaje al Pueblo Mágico de Zimapán, Hidalgo, donde descubrió el legado de su tatarabuelo, Johann Jacob Noeggerath.
Johann, un destacado mineralogista alemán del siglo XIX, llegó a México atraído por los hallazgos de vanadio en las minas de la región. Su historia en Zimapán es digna de una película. No solo aprovechó las riquezas minerales para contribuir a la industria europea, sino que tuvo que enfrentarse a los conflictos de la época. Con la llegada de los franceses durante la intervención en México, Johann se vio obligado a simular su muerte y crear una tumba falsa en Zimapán para escapar ileso. Eventualmente, logró regresar a Alemania, donde fue recibido como un héroe.
Esta conexión histórica fascinó a Dulce, quien, siguiendo los pasos de su ancestro, llegó a Zimapán en noviembre de 2017. En un emotivo recorrido, la cantante expresó su gratitud hacia el pueblo que resguardó parte de la historia de su familia.
“He venido a este hermoso rincón del mundo con muchas emociones y siguiendo los pasos de mis antepasados. Me trae el recuerdo de mi padre, que hubiera sido feliz de estar aquí conmigo. Es mi privilegio y mi alegría llevarme en el alma un pedazo de Zimapán”, dijo durante su visita.
Dulce no solo exploró los rincones históricos y culturales del municipio, sino que también dejó una profunda impresión en los habitantes del lugar, quienes la recibieron con los brazos abiertos. Para ella, este viaje no fue solo un homenaje a sus raíces, sino una oportunidad para redescubrir un legado familiar que ahora comparte con orgullo con México.
El fallecimiento de Dulce en la víspera de Navidad de 2024 deja un vacío en sus fanáticos, quienes la recuerdan no solo por sus éxitos musicales, sino también por el valor que le dio a sus raíces y su historia personal. Como parte del tributo a su vida, su familia ha organizado una misa en su honor en la Basílica de Guadalupe, Ciudad de México. Este evento, que se llevará a cabo el 27 de diciembre, promete ser un espacio para celebrar su vida y legado.
Dulce nos dejó un catálogo musical inolvidable y una historia que inspira. Su conexión con Zimapán y su tatarabuelo Johann Jacob Noeggerath es un recordatorio de que nuestras raíces son parte fundamental de nuestra identidad y un motivo de orgullo que, como ella, todos deberíamos explorar.