Tragedia en Maguey Blanco: menor muere ahogado durante vacaciones en Hidalgo

El arranque del periodo vacacional en Hidalgo se tiñó de luto tras la muerte de un menor en el balneario Maguey Blanco, ubicado en el municipio de Ixmiquilpan. El lamentable incidente ocurrió durante el primer fin de semana de vacaciones, cuando el menor perdió la vida por ahogamiento en una de las albercas del centro recreativo. A pesar de la presencia de otros visitantes y personal del lugar, no se logró evitar la tragedia.

Este hecho reaviva las alarmas sobre la seguridad en los centros acuáticos del estado, especialmente porque no es la primera vez que el balneario Maguey Blanco se ve involucrado en un caso similar. En octubre de 2024, otro menor —de apenas 7 años de edad— también perdió la vida por ahogamiento en ese mismo recinto, lo que convierte este nuevo caso en el segundo fallecimiento en menos de un año en las instalaciones del balneario.

Hasta el momento, la administración del parque no ha emitido un comunicado oficial, lo que ha generado indignación y preocupación entre la ciudadanía y usuarios frecuentes del lugar. El silencio institucional ante estos hechos vuelve a poner en la mira la necesidad urgente de establecer protocolos de seguridad más estrictos y garantizar la vigilancia adecuada en las zonas de mayor riesgo, especialmente en temporadas donde se incrementa la afluencia de visitantes.

La muerte del menor en Maguey Blanco se suma a una serie de tragedias similares ocurridas recientemente en otros puntos turísticos de Hidalgo. En marzo de este año, se reportaron tres decesos por ahogamiento: un menor en el balneario Amajac, del municipio de Atotonilco el Grande; una joven en el parque acuático ecológico Tlacotlapilco, ubicado en Chilcuautla; y un joven más que falleció por las mismas causas en las grutas de Xajhá, en el municipio de Zimapán.

Estos eventos reflejan una preocupante tendencia que parece repetirse en distintos centros recreativos del estado. Si bien el turismo es una de las principales actividades económicas durante los periodos vacacionales, la prioridad debe seguir siendo la integridad y vida de los visitantes, especialmente de los más vulnerables como niñas y niños.

La falta de medidas preventivas claras, señalización adecuada, personal capacitado en primeros auxilios y salvavidas en número suficiente, debe ser atendida con carácter urgente por las autoridades estatales y los propios administradores de los balnearios. Más aún cuando se trata de lugares con antecedentes que requieren especial supervisión.

La sociedad hidalguense y visitantes provenientes de otras entidades confían en que los sitios turísticos del estado son seguros, pero hechos como el ocurrido en Maguey Blanco evidencian lo contrario. La repetición de este tipo de tragedias no puede ni debe normalizarse.

Las vacaciones deben ser sinónimo de descanso y disfrute, no de duelo. Mientras no haya acciones concretas y transparentes para prevenir más pérdidas humanas, cada incidente se convertirá en una herida abierta para las familias afectadas y una señal de alerta para toda la comunidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *