Heladas atípicas arrasan con mil hectáreas de cultivos en Hidalgo: el maíz, el más afectado
Las bajas temperaturas registradas el pasado fin de semana en el estado de Hidalgo han dejado un amargo saldo en el campo. Más de mil hectáreas de cultivos resultaron dañadas por heladas atípicas, que sorprendieron a productores principalmente en los municipios de Ixmiquilpan y Acaxochitlán, donde los daños en muchas parcelas son totales.
En la comunidad de Jagüey Capula, ubicada en el municipio de Ixmiquilpan, los ejidatarios enfrentan una crisis luego de que sus cultivos de maíz fueran prácticamente borrados por el frío. De acuerdo con los afectados, de las mil hectáreas perjudicadas, al menos 100 presentan pérdida total, situación que pone en jaque la economía de decenas de familias campesinas que dependen de estas tierras para subsistir.
La preocupación se intensifica debido a que muchos de estos productores no cuentan con seguros agrícolas ni apoyos gubernamentales activos, lo que los deja en una situación de total vulnerabilidad ante fenómenos climatológicos como el que se vivió el sábado por la mañana. Las heladas, consideradas inusuales para la época del año, congelaron sembradíos enteros justo en una etapa clave para su crecimiento.
Testimonios de los propios afectados pintan un panorama alarmante. Eulogio Xasni Capula mencionó que perdió toda su siembra de maíz en una parcela de hectárea y media, lo que se traduce en un daño económico de aproximadamente 25 mil pesos. Por su parte, Felipe Andrés Mezquite señaló que, aunque no fue pérdida total, el 80% de su cultivo quedó inservible, acumulando pérdidas estimadas en 40 mil pesos.
Mientras tanto, en el municipio de Acaxochitlán, también se reportaron afectaciones graves. Campesinos de esa zona dieron a conocer que las heladas azotaron sus tierras, dejando pérdidas totales de la inversión que habían realizado con esfuerzo. En ambas regiones, la desesperación crece ante la falta de alternativas inmediatas para hacer frente al desastre.
La magnitud del daño ha motivado a los productores a exigir la intervención de las autoridades estatales y federales, no solo para evaluar los estragos, sino para activar programas de apoyo emergente que les permitan enfrentar esta situación. Los agricultores piden ser escuchados antes de que la situación desemboque en una crisis alimentaria local y un colapso de la economía rural en las zonas afectadas.
El campo hidalguense enfrenta un nuevo reto, esta vez marcado por el clima extremo que golpea sin previo aviso y sin piedad. Las consecuencias de este fenómeno no solo se sentirán en el presente ciclo agrícola, sino que podrían extenderse al resto del año, afectando el precio de productos básicos como el maíz y, por ende, la economía familiar de miles de consumidores.
Las heladas atípicas se suman a una serie de fenómenos climatológicos extremos que en los últimos años se han vuelto más frecuentes e impredecibles, reflejo de un cambio climático cada vez más evidente. Para los productores, la incertidumbre crece, y con ella la urgencia de contar con políticas públicas robustas, sistemas de alerta temprana y mecanismos de respaldo financiero ante desastres naturales.