En continuidad con la muestra y observación de la maravillosa flora del entorno que nos rodea en el hermoso Valle del Mezquital, donde la tierra como los Hñahñus, resistimos la sed, el hambre, donde el viento y los habitantes conversamos con los cerros, con la tierra, con el entorno que nos converge está el ÓRGANO, que no es solo una planta: es un símbolo profundo de identidad, de memoria, de resistencia y de arraigo, el órgano planta propia que adorna este Valle, ahí está erguido de tallos rectos y firmes, que emergen del suelo como guardian ancestral, este cactus es parte esencial del paisaje espiritual, cultural, natural y ya poco cotidiano del pueblo hñähñu en este Valle.
El órgano en menor medida se alza en silencio a través del tiempo junto a nopales, mezquites y magueyes, formando cercos que dividen parcelas, pero también límites entre mundos: el de lo humano y lo sagrado. Su figura vertical recuerda a los bastones de mando, a los abuelos erguidos por el tiempo, a la voz que se eleva desde la tierra. No es casual que se le considere una planta protectora, tanto por su forma de muralla como por su presencia y esencia constante en los relatos verbales del Valle.
El órgano para los pobladores de la región representa fuerza, equilibrio y defensa. Sus frutos, son alimento, son ofrenda, son como dulces regalos de la tierra y la divinidad que marcan la temporada y el vínculo con el entorno sagrado. Su floración nocturna se considera como un acto de sabiduría, es como florecer en la oscuridad, sin buscar observaciones o protagonismo, pero sosteniendo la vida.
En este entorno donde cada planta tiene un espíritu, tiene una vida, tiene sabiduría el órgano es memoria y alma viva, los hñähñus podemos y debemos enseñar a los más jóvenes a escuchar en silencio, a respetar la tierra, a conservar y proteger el entorno natural y a mantenerse firmes, como el órgano mismo, ante los vientos del olvido ante las ansias de sustituir, o deforestar.
El órgano como los Hñahñus para crecer necesitan tiempo y paciencia. Pero dicen que quien tiene prisa no hace raíz.
Gracias por leer.

hi