El higo es el fruto de un árbol llamado higuera, cuyo nombre científico es Ficus carica, y se caracteriza principalmente por ser rico en vitaminas y minerales, como el calcio, potasio y vitaminas del complejo B, y por sus propiedades digestivas.
¿Quién no se habrá dejado seducir por el aroma dulce y delicado de los higos?
En la temporada en que maduran sus frutos, son codiciados por muchas aves del bosque, como hurracas, chillones y hasta tórtolas.
Se cree que puede proceder de Oriente Medio, de la zona de Anatolia, (hoy Turquía) y que de allí se llevaron al Mediterráneo occidental y a la India. En la antigüedad, en Asia Menor, se le atribuyó un valor sagrado, relacionado con la fertilidad y la abundancia. Actualmente en los libros de Farmacia viviente se hace hincapié en que por sus formas parecidas a los testículos y ovarios son muy buenos para la fertilidad. Ya que dentro contienen gran cantidad de semillas.
Es un árbol de forma sencilla, de hasta 10 metros de alto, de copa ancha, corteza grisácea y hojas grandes y palmeadas. Las flores son unisexuales y se reúnen en gran número en receptáculos carnosos que al madurar dan lugar a unas infrutescencias de piel verde o violácea negro brillante, estos se llaman siconos, que conocemos con el nombre común de higos.
Maduran en junio y que se conocen por brevas, hasta finales de agosto, si nos damos cuenta su temporada muy es corta. Así que no esperes mas y vamos a comer higos.
Antes déjame te platico sobre sus propiedades medicinales
Los higos constituyen una excelente fuente de energía. Además de su grato sabor, aportan vitaminas B, C, D, betacaroteno, azúcares y sales minerales, en especial calcio, hierro y manganeso. 100 gramos de higos frescos aportan unos 54 mg de calcio y hasta 180 si son secos. Tienen un alto valor energético y nutritivo, muy recomendable en casos de debilidad, anemia y convalecencia. Contienen además enzimas, como la ficina, de efectos similares a la papaína, y flavonoides, que ayudan a regular los procesos digestivos.
Los higos destacan sobre todo por sus propiedades laxantes, derivadas de su riqueza en fibra. Son muy adecuados para el estreñimiento, así como para aliviar irritaciones gastrointestinales, gastritis y cólicos.
Los higos se consideran expectorantes, demulcentes y antiinflamatorios. Son también alcalinizantes y favorecen la reducción de las infecciones víricas y por hongos, como la candidiasis.
A nivel externo, se emplean sus hojas y salvia como antiinflamatorios y cicatrizantes, sobre heridas superficiales, quemaduras leves, forúnculos y abscesos. También las hojas las podemos usar, en forma de gargarismos, se toman para aliviar la irritación de garganta, las anginas, la inflamación de las encías y el dolor de muelas.
Un cocimiento de higos es muy bueno para el resfriado: Este es un remedio expectorante muy eficaz para aliviar los catarros, procesos gripales, faringitis y bronquitis. Cómo prepararlo: Se cortan tres higos y se hierve en 200 ml de agua a fuego lento. Se retira el higo y se toma caliente, cada 12 horas, mientras persista la congestión.
Para las anginas: prepáralos como un enjuague que se elabora con 4 o 5 higos secos, troceados y hervidos durante unos 10 minutos con 6 cucharadas soperas de miel y seis de jugo de limón, en 200 ml de agua. Se cuela la decocción, se deja enfriar un poco y se usa tibia en gargarismos tres veces al día.
Así que ya lo sabes consume higos, que por suerte en nuestra región es accesible y abundantes (los encontré en Francia a 16 euros el kilo) eso es más de $350 pesos mexicanos.
Por: Dra. Graciela Morán Villafuerte. FUENTE Farmacia Viviente página 32.

Muy buena información como siempre doctora muchas gracias