La Nueva Escuela Mexicana (NEM) busca transformar la educación en México bajo principios de inclusión, equidad, pensamiento crítico y formación integral. En este marco, la enseñanza del inglés no se queda al margen, pues se reconoce la necesidad de preparar a los estudiantes para un mundo globalizado, interconectado y cada vez más competitivo.
Los beneficios
Uno de los aciertos de la NEM es su visión integral. El inglés deja de verse únicamente como una asignatura académica y se busca que funcione como una herramienta de comunicación y desarrollo personal, vinculada a proyectos, situaciones de la vida cotidiana y actividades que fomentan la colaboración. Esto rompe con esquemas memorísticos y promueve que los alumnos se expresen con mayor confianza.
Otro punto positivo es el enfoque inclusivo. Se reconoce que no todos los estudiantes tienen el mismo acceso a recursos digitales o profesores altamente especializados, por lo que la NEM propone materiales y metodologías que permitan adaptar la enseñanza a distintos contextos. Asimismo, se impulsa que los maestros fomenten valores de respeto a la diversidad cultural y lingüística, lo cual enriquece la enseñanza de una lengua extranjera.
También es importante destacar que la NEM impulsa el aprendizaje socioemocional, lo que se traduce en un ambiente escolar donde los alumnos pueden sentirse seguros para equivocarse, practicar y mejorar en su proceso de aprender inglés sin miedo al error.
Los desaciertos
Sin embargo, la implementación de la NEM en la enseñanza del inglés no está exenta de retos. Uno de los principales problemas es la falta de preparación docente especializada. Aunque la filosofía es innovadora, no todos los maestros cuentan con las herramientas pedagógicas ni con el nivel de dominio del idioma necesario para aplicar el modelo con éxito. Esto provoca una brecha entre lo que se plantea en el discurso y lo que sucede en el aula.
Otro desacierto es la escasez de materiales actualizados y accesibles. Mientras que en algunos contextos urbanos los estudiantes tienen acceso a tecnología, plataformas y libros modernos, en comunidades rurales el inglés se limita a lo básico y, en ocasiones, a clases improvisadas que no garantizan un aprendizaje significativo.
Finalmente, existe el riesgo de que el inglés quede relegado frente a otras materias consideradas prioritarias dentro de la formación cívica y ética que impulsa la NEM. Aunque el modelo reconoce la importancia del idioma, no siempre se le da el peso suficiente para desarrollarlo de manera funcional y competitiva.
Un balance necesario
La Nueva Escuela Mexicana abre puertas a una visión más humana, integral y equitativa en la enseñanza del inglés, pero su éxito dependerá de la formación docente, la inversión en recursos y la continuidad de políticas públicas que garanticen su aplicación más allá del discurso.
El reto está en lograr que el inglés no sea solo un requisito curricular, sino un verdadero puente hacia el mundo para los estudiantes mexicanos.
