Desde las primeras horas de la mañana, se vivieron momentos de alta tensión en la comunidad de Dios Padre, en Ixmiquilpan, Hidalgo. A las 07:00 horas, actuarios del Tribunal Agrario arribaron a un conocido centro de comidas y bebidas, ubicado sobre la carretera México–Laredo, con el objetivo de ejecutar una orden de desalojo sobre un terreno de más de 1,500 metros cuadrados, en cumplimiento del expediente 725/2016-55. Esta orden generó una confrontación latente entre comuneros y propietarios, quienes se presentaron en el lugar para defender sus derechos sobre el predio en disputa.
Por un lado, los comuneros de Dios Padre llegaron equipados con palas, picos y malla ciclónica, dispuestos a cercar el terreno tras la ejecución del desalojo, siguiendo la orden dictada por el Tribunal Agrario de Distrito número 55. Mientras tanto, los propietarios, liderados por Germán N., se encontraban firmes en su defensa de la propiedad, expresando su inconformidad ante el desalojo que, afirman, se está llevando a cabo en un momento en el que el Poder Judicial está en paro debido a una reforma en proceso.
En medio de esta tensión, los actuarios del Tribunal Agrario procedieron a leer formalmente la orden de desalojo. Sin embargo, la posibilidad de un enfrentamiento físico entre los comuneros y los propietarios hizo que los funcionarios públicos decidieran suspender la ejecución de la orden, ya que la situación se tornaba cada vez más complicada y riesgosa. Finalmente, ambas partes firmaron un documento en el que constaron los hechos acontecidos y, tras esto, los funcionarios se retiraron del lugar, dejando el conflicto sin una resolución definitiva.
Posteriormente, los comuneros, que ya habían comenzado a colocar malla ciclónica en el predio, retiraron los tubos y demás material de cercado que habían instalado y abandonaron el lugar en sus vehículos. Este momento de calma no elimina la tensión, ya que el conflicto sigue sin resolverse y las posiciones de ambas partes permanecen firmes.La delegada de la comunidad de El Valante, Rosalía Lucario Vaquero, hizo un llamado a las autoridades federales, estatales y municipales para intervenir y asegurar la paz en la región. La representante comunitaria instó directamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, al gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, y al presidente municipal Emanuel Hernández Pascual, pidiéndoles que presten atención a Ixmiquilpan antes de que la situación escale a un conflicto violento.
La creciente tensión en Ixmiquilpan ya ha desencadenado diversas manifestaciones. Apenas el martes 29 de octubre, los propietarios de terrenos en conflicto bloquearon intermitentemente el bulevar del Minero en Pachuca, protestando frente a los juzgados de oralidad para expresar su desacuerdo con las decisiones del Tribunal Agrario. Estos actos reflejan la profundidad de una disputa que se remonta a conflictos agrarios de antaño y que, hasta ahora, no encuentra solución pacífica. Finalmente, la delegada Lucario informó que en los próximos días se reunirán en la Secretaría de Gobierno en Pachuca, esperando que el encuentro con funcionarios de la capital hidalguense permita alcanzar una resolución justa y pacífica para todas las partes implicadas.