Habitantes de la comunidad de Zotoluca, en Apan, Hidalgo, enfrentan las consecuencias de un devastador desbordamiento del canal de la Laguna de Tocha, que afectó a más de 20 viviendas y dejó a sus moradores en una situación crítica. Las inundaciones de aguas negras alcanzaron hasta 50 centímetros de altura en algunos hogares, dañando muebles, camas, utensilios y electrodomésticos, lo que ha generado una fuerte demanda de apoyo para la recuperación de los bienes perdidos.Jessica Ramírez, una de las afectadas, menciona cómo las aguas negras invadieron cada rincón de su hogar. Su sala, dormitorios, cocina y baño se llenaron de agua contaminada, dañando camas, colchones, ropa y utensilios de cocina.

“Nos dieron atención médica y agua potable, pero hay muchas cosas que ya no podremos usar”, comentó Ramírez mientras continuaba con las labores de limpieza.

Según personal de salud, los muebles y electrodomésticos anegados en aguas residuales no deberían usarse nuevamente, debido a los riesgos sanitarios que representan.María del Rosario Flores, una vecina de la calle Emiliano Zapata, explicó que aunque su vivienda se salvó parcialmente gracias a la colocación de diques, sus patios quedaron inundados. Esto representa un riesgo para su salud y la de sus animales de corral. Flores también señaló que esta es la segunda ocasión que ocurre un desbordamiento de esta magnitud y enfatizó la necesidad de instalar una red de drenaje para evitar futuras inundaciones, ya que sin este servicio, las aguas negras seguirán amenazando sus hogares cada vez que se desborde el canal. Otros habitantes como Mariana Corrales y Martha Labastida enfrentan problemas adicionales.

La tierra reblandecida ha dificultado el acceso de los vehículos de limpieza, que se han atascado en algunos puntos, complicando la remoción de agua y lodo de las fosas y cisternas de sus hogares. Ambas vecinas solicitaron a las autoridades que apoyen a la comunidad con cobijas y colchonetas, ya que sus muebles han quedado inutilizables debido al contacto con las aguas contaminadas. La situación en Zotoluca ha llevado a la alcaldesa a comprometerse en brindar apoyo económico a las familias afectadas para la construcción de fosas y cisternas. Los trabajos de limpieza continúan y, hasta el momento, se ha cubierto el 80% de la entrega de agua potable y servicios de salud en la comunidad. Según Pedro Ramírez Quintos, delegado de Zotoluca, el conteo de viviendas afectadas asciende a 45, y se ha logrado un avance significativo en la limpieza y distribución de agua potable. Ramírez destacó que se deben tomar medidas urgentes, como la instalación de drenaje en las zonas bajas de la comunidad y la disposición adecuada de residuos en las zonas altas, pues estos son vertidos en el canal de Tocha, exacerbando los riesgos de futuros desbordamientos.

El director de Sanidad Municipal, Luis Mario Vigueras Aguilar, reportó que hasta el pasado 3 de noviembre, más de la mitad de las familias afectadas habían recibido atención médica en sus hogares y, afortunadamente, no se han identificado enfermedades relacionadas con el contacto con aguas negras. Sin embargo, los afectados señalan que el riesgo continúa latente si no se toman medidas estructurales y de prevención.El desbordamiento en Zotoluca ha desatado una oleada de demandas hacia las autoridades locales y estatales para que implementen soluciones de infraestructura, como la instalación de drenajes y la regulación de los vertidos al canal. Los vecinos de Apan viven con incertidumbre y un profundo temor de que, si no se atiende la situación, otra inundación podría ocurrir en cualquier momento, volviendo a poner en riesgo su salud y patrimonio.

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