Las largas filas y la indignación de cientos de automovilistas han marcado las últimas jornadas en el Puente Internacional Reynosa-Hidalgo, en Tamaulipas. Las revisiones vehiculares implementadas por elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional han generado tiempos de espera de hasta cinco horas, provocando molestia e incluso enfrentamientos entre conductores desesperados por cruzar la frontera.
Lo que ha exacerbado la frustración de los usuarios es que las inspecciones también se extendieron a la línea Sentri, un servicio exprés por el que los usuarios pagan anualmente para evitar largas demoras. Padres de familia que llevan a sus hijos a escuelas en el Valle de Texas y trabajadores que dependen del cruce diario han manifestado su descontento, calificando la medida como arbitraria y sin aviso previo.
De acuerdo con el Ejército Mexicano, estas revisiones forman parte del programa Frontera Norte impulsado por el Gobierno Federal para detectar armas, drogas y migrantes que intentan ingresar a Estados Unidos de manera ilegal. Sin embargo, la falta de planificación y comunicación ha generado serios inconvenientes para quienes utilizan este cruce internacional.
Rosalba Castro, una usuaria frecuente de la línea Sentri, expresó su molestia ante la situación: «Obtener el Sentri no es sencillo, tienes que meter documentos de cada persona que cruza, del vehículo y pagar una cuota anual. No es justo que estas revisiones nos impidan llegar a tiempo a nuestros compromisos».
La desesperación ha llevado a que se presenten discusiones e incluso peleas entre automovilistas que intentan avanzar sin respetar la kilométrica fila que se forma desde tempranas horas de la mañana. La comunidad espera que las autoridades reconsideren la implementación de estos operativos y busquen alternativas que no afecten la movilidad de los ciudadanos que a diario dependen de este cruce fronterizo.