Lo que comenzó como una actividad para combatir el estrés se ha transformado en una iniciativa llena de altruismo y solidaridad. El chef Aquiles Chávez, reconocido por su talento culinario, ahora dedica su tiempo libre al tejido, una pasión que ha canalizado en un proyecto para beneficiar a niñas en situación vulnerable en la Casa Hogar La Buena Madre de Pachuca. En colaboración con la Casa del Tejido, una organización local con más de cuatro décadas de historia en el arte del tejido, el chef y sus compañeras tejedoras están elaborando bufandas que serán donadas a menores para esta temporada invernal. La iniciativa no solo busca brindar abrigo físico, sino también motivar a las niñas a aprender un oficio que, según Chávez, tiene tanto de creativo como de terapéutico. Aquiles Chávez comenzó a tejer hace ocho meses como parte de una terapia ocupacional.

“Tenía desde hace mucho tiempo la inquietud de aprender. Tejer es como cocinar: de algo tan básico como una madeja de estambre puedes crear cosas maravillosas, al igual que en la cocina, donde los ingredientes crudos se transforman en platillos únicos”, explicó el chef. 

Sin embargo, el camino no fue sencillo. Relata que al principio enfrentó obstáculos debido a que no es común ver hombres en las clases de tejido en Pachuca. “Fui rechazado en varios lugares, pero las maestras Blanca y Alba, de la Casa del Tejido, me aceptaron sin dudarlo. Desde entonces, he estado aprendiendo y creando”, comentó. 

La Casa del Tejido, liderada por Blanca y su hija Alba Estela Hernández Arellano, lleva décadas promoviendo esta labor. “Mi mamá nos enseñó que el tejido puede ser un medio para ayudar a quienes lo necesitan. Durante 40 años, hemos donado nuestras creaciones a personas en situación vulnerable”, señaló Alba. El vínculo con la Casa Hogar La Buena Madre se consolidó gracias a las clases y al interés del chef en extender esta tradición. “Surgió la idea de llevar las bufandas a las niñas de este albergue con el que ya colaboramos en otras actividades. Queremos que además de recibir la prenda, las niñas se interesen en el tejido como terapia ocupacional y forma de expresión”, comentó Chávez. 

El chef, conocido por su restaurante Sotero, destaca las similitudes entre el tejido y la cocina. “Ambos son trabajos manuales y creativos. Los cocineros somos artesanos, y tejer no se me ha hecho complicado porque ya estoy acostumbrado a trabajar con las manos. Ahora, además de bufandas, he tejido suéteres, prendas para mis amigos e incluso para mi perrita”, señaló con orgullo. Esta iniciativa no solo busca brindar abrigo durante el invierno, sino también generar un impacto positivo en las vidas de las niñas de la Casa Hogar La Buena Madre. Para el chef Aquiles Chávez y las maestras de la Casa del Tejido, este proyecto simboliza cómo el talento y la pasión pueden transformarse en una herramienta para ayudar a quienes más lo necesitan. 

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