Los comerciantes ambulantes mantienen firme su postura de no aceptar la reubicación propuesta por el gobierno municipal, desatando una serie de tensiones en torno al uso de los espacios públicos. A pesar de los operativos permanentes implementados por el personal de reglamentos para garantizar la liberación de las calles, algunos vendedores insisten en mantener su actividad comercial en la vía pública. El gobierno municipal ha ofrecido alternativas para resolver este conflicto, asignando espacios en plazas específicas de la localidad.
En particular, se ha destinado la Plaza Cactus como un punto de venta permanente para comerciantes de productos del campo, con prioridad para mujeres de la tercera edad y personas con discapacidad. Esta medida busca apoyar a sectores vulnerables, garantizando condiciones dignas para su actividad comercial.
Por otro lado, a los demás comerciantes se les han ofrecido espacios en la Plaza Hyadi, un lugar estratégico ubicado en el barrio de San Antonio. Sin embargo, esta propuesta ha sido rechazada por diversas organizaciones de comerciantes, quienes argumentan que la ubicación no es favorable para sus ventas y prefieren continuar operando en la vía pública. Ante la negativa de ciertos grupos, el gobierno municipal ha reforzado los operativos en las calles con el objetivo de liberar los espacios públicos ocupados irregularmente. Estas acciones han generado inconformidad entre los comerciantes que se resisten a las medidas, pero también han contado con el respaldo de ciudadanos que exigen orden y libre tránsito en las vialidades.
A pesar de las tensiones, las autoridades han reiterado su disposición a mantener un diálogo abierto y directo con los comerciantes. En esta nueva etapa de conversaciones, el gobierno busca evitar la intervención de intermediarios para lograr acuerdos que beneficien tanto a los comerciantes como a la ciudadanía en general. El choque entre las propuestas del gobierno municipal y la resistencia de los comerciantes pone de manifiesto un conflicto de intereses que afecta a la comunidad. Mientras las autoridades intentan ordenar el comercio informal y garantizar espacios accesibles para todos, los comerciantes argumentan que su permanencia en las calles es vital para la supervivencia de sus negocios.
La Plaza Hyadi, ubicada estratégicamente en un punto céntrico, ha sido señalada como una opción viable para reubicar a los comerciantes. Sin embargo, los vendedores consideran que las condiciones de afluencia en este espacio no se comparan con las que tienen en las calles, donde se aseguran de captar un mayor número de clientes. El reto para las autoridades y los comerciantes radica en encontrar un equilibrio entre la regulación del comercio ambulante y el derecho al trabajo. La insistencia de algunos grupos en permanecer en la vía pública evidencia la necesidad de replantear estrategias que garanticen condiciones justas para todos los involucrados. Mientras tanto, la comunidad sigue atenta al desarrollo de este conflicto, que no solo afecta la movilidad urbana, sino también la economía local y el sustento de muchas familias.