El Poder Terapéutico de las Cerezas

Por la Dra. Graciela Morán Villafuerte

Caminaba por las calles de París cuando, de pronto, mi atención fue atrapada por hermosos puestos de frutas que enmarcaban con elegancia a las cerezas. Inspirada por esa imagen, hoy quiero platicarte sobre esta fruta encantadora y sus múltiples propiedades terapéuticas.

Los cerezos en flor anuncian el equinoccio de primavera y tienen una fuerte carga simbólica que los pueblos del Extremo Oriente han incorporado a sus rituales y tradiciones. En Japón, la flor del cerezo —sakura— es considerada una manifestación pura de belleza y un símbolo nacional de pureza. Aunque muchas variedades no dan fruto, su valor ornamental ha hecho que se planten por miles en las ciudades japonesas. Cada año, durante el hanami, las familias y amigos se reúnen bajo los árboles en flor para celebrar su efímera pero deslumbrante belleza.

Se cree que la cereza proviene de Asia Menor, específicamente de la antigua colonia griega de Kerasos (hoy Giresun, en la costa del mar Negro). Gracias a las aves y las migraciones humanas, su cultivo se ha extendido a muchas regiones del mundo con clima templado.

Los cerezos pertenecen a la familia de las rosáceas, del género Prunus. Su fruto, pequeño y evocador, no solo destaca por su color y sabor irresistibles, sino también por sus asombrosas propiedades para la salud. Son una excelente fuente de vitamina C, ácido fólico, potasio y una gran cantidad de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios.

Las antocianinas, junto con la quercetina y el ácido salicílico (precursor natural de la aspirina), confieren a las cerezas un potente efecto antiinflamatorio. Por eso son útiles en casos de hiperuricemia o gota, así como en afecciones que requieren reducir la inflamación aguda o crónica.

Además, sus propiedades diuréticas y depurativas, su bajo contenido en sodio, su riqueza en potasio y su casi nula presencia de grasas las hacen ideales para tratar problemas como la hipertensión o la retención de líquidos.

Su dulzor natural proviene de la fructosa, lo que las hace aptas para personas con diabetes, y su contenido en pectina (fibra soluble) beneficia a la microbiota intestinal, al colesterol y al tránsito intestinal, con un suave efecto laxante.

Pero lo más notable es su alta concentración de antioxidantes, como los pigmentos morados, las antocianinas y el ácido elágico, que otorgan a la cereza sus propiedades protectoras:


✅ Beneficios destacados de las cerezas:

  • Antiinflamatorias: útiles para artritis, gota y reumatismo.
  • Antioxidantes: previenen el envejecimiento celular y el cáncer (especialmente de colon).
  • Cardioprotectoras: reducen riesgo de angina e infarto.
  • Diuréticas y depurativas: ayudan en dietas y problemas hepáticos.
  • Reguladoras del sueño: gracias a la melatonina, favorecen el descanso.
  • Antiestrés y antienvejecimiento: protegen el sistema nervioso y vascular.
  • Adecuadas para diabéticos: por su bajo índice glucémico.
  • Alivian trastornos intestinales: como estreñimiento y meteorismo.
  • Previenen obesidad: por su poder saciante y su bajo contenido calórico.
  • Reductoras de colesterol y triglicéridos: previenen cálculos biliares.

Así que ya lo sabes…
¡Consume cerezas y deja que su dulzura y poder natural trabajen a favor de tu salud!

Fuente: Producto nutracéutico de cereza, estudio de la Universidad de Extremadura.

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