Una nueva tragedia relacionada con el robo de combustible sacudió al municipio de Tlaxcoapan, Hidalgo, cuando tres camionetas presuntamente cargadas con hidrocarburo explotaron en un terreno de cultivo, generando una intensa movilización de cuerpos de seguridad y rescate.

El estallido se registró en las primeras horas de la mañana de este martes en un predio ubicado sobre la carretera Tlahuelilpan-Tlaxcoapan. Vecinos de la zona alertaron a las autoridades tras escuchar un fuerte estruendo que cimbró las inmediaciones y provocó una densa columna de humo visible a varios kilómetros.

Elementos de Protección Civil y seguridad de Tlaxcoapan y Tlahuelilpan acudieron de inmediato al sitio, donde encontraron tres vehículos envueltos en llamas. Las camionetas, según los primeros reportes, estaban adaptadas con estructuras metálicas diseñadas para transportar grandes bidones con capacidad de hasta mil litros de combustible. Se presume que al momento de la explosión los contenedores estaban llenos, lo que habría detonado el siniestro con gran fuerza.

Después de intensas maniobras, los cuerpos de emergencia lograron sofocar el fuego y evitar que las llamas se propagaran a otros puntos del terreno. Mientras tanto, elementos de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos (Pemex) arribaron al sitio para evaluar la situación y levantar el reporte correspondiente.

A pesar de la magnitud del incidente, no se registraron personas heridas ni detenidas. No obstante, las autoridades judiciales han iniciado una carpeta de investigación para esclarecer las causas del estallido y dar con los posibles responsables.

La carretera Tlahuelilpan-Tlaxcoapan fue parcialmente cerrada durante varias horas para permitir las labores de emergencia y peritaje.

Este nuevo episodio reaviva las alarmas sobre el grave problema del robo de combustible en Hidalgo, una práctica ilícita que en los últimos años ha puesto en riesgo la seguridad de comunidades enteras. La región, considerada un foco rojo en este tipo de delitos, ya ha sido escenario de tragedias similares, como la explosión de un ducto en Tlahuelilpan en enero de 2019, que cobró la vida de 137 personas.

El incremento de accidentes vinculados al huachicoleo evidencia la peligrosidad de estas actividades clandestinas, las cuales continúan representando una amenaza latente para la población.

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