El kiwi; cuyo nombre científico es «Actinidia deliciosa»pertenece a la familia de las Actinidiaceae; se trata de una planta comestible y medicinal por sus altos contenidos de Vitamina C, se dio a conocer como una planta de interés comercial a partir de su introducción como cultivo en zonas templadas de Nueva Zelanda en 1904.
El nombre fue dado en Nueva Zelanda por su parecido en las vellosidades del fruto con el plumaje del kiwi, una ave muy conocida en la región; los textos chinos ya la mencionaban como medicinal desde el año 300 como planta ornamental y alimenticia en la Dinastía Ming, por el año 1200 a.c
Los grandes países productores de kiwi son Nueva Zelanda, Chile, Grecia, Japón y Estados Unidos.
100 gramos de kiwi nos proporcionan 67 kilocalorías, el kiwi contiene pectinas y amilopectinas, las cuales mejoran la digestión porque nutren la microbiota por lo tanto estimulan el sistema inmunológico (sube las defensas).
En estos tiempos previos al invierno donde las temperaturas descienden drásticamente y el sistema inmunológico se deprime con cierta facilidad, conviene el consumo de esta fruta ya que nos ayuda a elevar, el sistema inmunológico además nos proporciona varios minerales.
También nos proporcionan varios antioxidantes a base de Vitaminas como lo son la: Vitamina A, Beta Carotenos, Vitamina C, Vitaminas del complejo B, Tiamina, Riboflavina, Niacina Piridoxina, Ácido Fólico: Vitamina E. contiene Luteína y Zeaxantinas buenas para la regeneración celular antioxidante y antinflamatorio.
El kiwi al ser rico en luteína previene la degeneración macular por lo tanto previene la ceguera.
Favorece la producción de glóbulos rojos y ayuda a prevenir o combatir la anemia.
Por los altos contenidos de Vitamina C te lo recomiendo para la prevención de las enfermedades respiratorias y las cardiovasculares.
La vitamina C es fundamental en la síntesis y liberación de neurotransmisores en el cerebro, como la dopamina, la cual ejerce importante funcionamiento en el comportamiento, en la cognición, el sueño, el humor, la memoria y el aprendizaje.
Además, esta vitamina por tener acción antioxidante limita el daño que causan los radicales libres a las células del cerebro, disminuye el estrés oxidativo y la inflamación, previniendo así enfermedades como la demencia senil.
Es también rico en ácido fólico, importante para prevenir la espina bífida durante el embarazo, así como para la formación de glóbulos rojos.
Los 100 g de kiwi aportan un 10% del magnesio necesario al día, un mineral esencial para los huesos.
Como curiosidad, el kiwi es por si fuera poco una de las pocas frutas que encierra en sus semillas omega 3, las grasas más sanas para el corazón y el cerebro.
Protege contra el cáncer: Un estudio realizado por el Dr. Andrew Collins del Rowett Research Institute de Aberdeen (Escocia) ha comprobado que, en el caso del cáncer, protege de doble forma: por un lado, limita los daños oxidativos que se pueden producir en el ADN celular y, por otro, estimula la reparación de los daños ya producidos, lo cual es perceptible incluso con el consumo de una sola pieza al día.
Otro estudio de la Universidad de Oslo (Noruega) demostró que previene las enfermedades cardiovasculares, revela que tomar de 2 a 3 kiwis diarios de forma regular fluidifica la sangre, reduce la agregación plaquetaria y mejora los niveles de colesterol. Estos efectos se hicieron patentes incluso tomando una única pieza de kiwi al día.
Así que ya lo sabes a consumir kiwi ya que un bajo consumo de vitamina C favorece la aparición del escorbuto, una enfermedad que puede provocar signos y síntomas, como sangrado e hinchazón de las encías, cansancio y dolores musculares.
Espero tus comentarios, nos leemos la próxima semana.
FUENTE: El Modelo Herbívoro El Nuevo Modelo Alimenticio Del Homo Sapiens Erick Estrada. Página 173 Y 174.