En un nuevo operativo contra el robo de hidrocarburos, la Fiscalía General de la República (FGR) aseguró una toma clandestina en la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, municipio de Tula, Hidalgo. Durante el cateo, las autoridades confiscaron armas, vehículos y más de 320 litros de combustible almacenado en diversos contenedores.
La intervención se llevó a cabo tras una denuncia anónima que alertó a las autoridades sobre la actividad ilegal en la zona, considerada un foco rojo en la extracción y venta ilícita de hidrocarburos. El operativo fue ejecutado por agentes del Ministerio Público en coordinación con la Policía Ministerial y el Centro Federal Pericial Forense.
En el sitio, las autoridades decomisaron una camioneta, dos cámaras de videovigilancia, cuatro cartuchos, 19 casquillos, tres armas de fuego de fabricación artesanal, un contenedor tipo cisterna, 84 contenedores de diversas capacidades, 16 mangueras y aproximadamente 320 litros de hidrocarburo. La seguridad perimetral fue reforzada con la participación de la Guardia Nacional y el Ejército, mientras que Protección Civil apoyó en la diligencia.
Los objetos incautados, junto con los vehículos, fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal para continuar con las investigaciones y deslindar responsabilidades. Tula y, en particular, la comunidad de Santa Ana Ahuehuepan, han sido señaladas como una de las principales zonas de actividad delictiva relacionada con el huachicol en Hidalgo, lo que ha llevado a un aumento en la presencia de las fuerzas de seguridad.
Este aseguramiento representa un golpe significativo contra las redes de robo de combustible en la región, aunque las autoridades continúan con las pesquisas para dar con los responsables de la toma clandestina y evitar que estas actividades ilícitas sigan proliferando.