La Secretaría de las Mujeres de Pachuca se encuentra en el ojo del huracán tras el descubrimiento de múltiples irregularidades en su gestión pasada, reveladas por su actual titular, Martha Canseco. Entre los hallazgos más impactantes se descubrió que la dependencia operaba como una especie de “ferretería clandestina”, en la que se vendían productos de construcción bajo el pretexto de ser “apoyos para mujeres”. Artículos como calentadores solares, tazas de baño y bombas de agua eran distribuidos sin que existieran registros de compra ni de ingreso de los recursos a la tesorería municipal.

Según informó Canseco, los pagos por estos productos eran recibidos de manera informal por el coordinador administrativo de la Secretaría, sin que se registraran oficialmente, lo cual fue documentado por la Contraloría Interna. Esto dejó en evidencia el descontrol administrativo y la opacidad en el manejo de recursos públicos, en un espacio que debería estar enfocado en la atención y apoyo a las mujeres. El desorden administrativo no se limitó a las ventas irregulares de productos. La Contraloría también identificó a ocho empleadas de confianza que cobraban su salario sin presentarse a trabajar. A esto se sumó la desaparición de bienes de oficina como escritorios y computadoras, además de la destrucción del reloj checador, lo que imposibilitaba llevar un registro de asistencia. Únicamente se conservó la lista de asistencia del personal sindicalizado, mientras que no se encontraron reportes trimestrales de actividades, demostrando el abandono y falta de organización de la dependencia.

Uno de los hallazgos más preocupantes fue la falta de protección en el manejo de datos personales de usuarias de la Secretaría, muchas de las cuales son víctimas de violencia. Estos datos fueron registrados sin medidas adecuadas de seguridad, exponiendo a las mujeres a riesgos de privacidad y violaciones a su confidencialidad. Esta falta de cuidado con la información sensible no solo representa un fallo administrativo, sino también un acto de negligencia que vulnera los derechos de las afectadas.Además, en 2023 la Secretaría concursó para obtener un fondo de 200 mil pesos del proyecto de transversalidad del extinto Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres). Sin embargo, la dependencia no logró justificar el uso de estos fondos debido a la falta de documentación y facturas, lo que obligó a devolver el dinero. Este monto fue devuelto incorrectamente a la tesorería municipal, generando un interés que fue señalado por la Auditoría Superior de la Federación.

Martha Canseco también reveló que la Secretaría operaba con un reglamento caduco, limitando sus servicios a asesoría jurídica, psicológica y de trabajo social. Aunque se intentó implementar un nuevo reglamento para abrir plazas y reforzar la estructura de la dependencia, el proceso quedó inconcluso. Este sombrío panorama evidencia la necesidad urgente de una reestructuración en la Secretaría de las Mujeres de Pachuca, que permita garantizar transparencia, mejorar la atención a las mujeres y fortalecer los mecanismos de seguridad y gestión.

En este sentido, se contempla una coordinación y dos direcciones adicionales para ampliar los servicios de la dependencia.Finalmente, se espera que en próximos días el presidente municipal, Jorge Reyes, dé a conocer a la nueva titular de la Secretaría, quien estará a cargo de corregir el rumbo de la dependencia y asegurar que cumpla con su misión de proteger y apoyar a las mujeres de Pachuca.

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