Hidalgo busca convertirse en cuna defensora de los derechos de cocineros tradicionalesEn un esfuerzo por preservar el legado gastronómico del estado y garantizar condiciones justas para quienes lo mantienen vivo, la Secretaría de Turismo de Hidalgo y la Fundación Universal Tercer Milenio presentaron una iniciativa ante la Cámara de Diputados federal para declarar a la entidad como cuna defensora de los derechos humanos de las cocineras y cocineros tradicionales.El documento, entregado el pasado 7 de febrero al presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, fue dado a conocer oficialmente en el parque temático Mundo Charro, en Singuilucan. Esta ubicación no fue casual, ya que en 2022 se estableció allí el Día Nacional de las Cocineras y Cocineros Tradicionales, y en 2024 se inauguró el Museo Nacional de la Cocina Tradicional, consolidando al municipio como un punto clave en la preservación de la gastronomía mexicana.Un reconocimiento con impacto en la comunidadLa propuesta va más allá del reconocimiento simbólico. Si el decreto es aprobado en el pleno del Congreso federal, abrirá la puerta a políticas públicas que beneficien directamente a los cocineros tradicionales. Entre los planes está la creación de programas de apoyo económico, certificaciones y vinculación con el sector productivo en condiciones laborales dignas y sostenibles.Uno de los aspectos más relevantes es la preservación del conocimiento culinario. La iniciativa busca fomentar la transmisión de saberes entre generaciones para evitar la pérdida de recetas y técnicas ancestrales. Además, se fortalecería la identidad cultural del estado y se generaría un impacto positivo en sectores como el turismo y la economía local.Un registro en construcciónSi bien Hidalgo cuenta con un gran número de cocineras y cocineros tradicionales, aún falta consolidar un directorio oficial. Actualmente, se tiene un registro de 1,200 participantes en la muestra gastronómica de Santiago de Anaya, pero bajo criterios específicos de autenticidad culinaria —como el uso de técnicas tradicionales y materia prima local sin fusión de elementos modernos—, la cifra se reduce a 420 cocineras de distintas regiones del estado.Más que un reconocimiento: una oportunidad de desarrolloLa declaratoria posicionaría a Hidalgo como un referente nacional en la protección del patrimonio gastronómico y los derechos humanos dentro de este sector. Además de salvaguardar el legado culinario, se generarían oportunidades de desarrollo sostenible a través del comercio justo, el turismo y la inversión en infraestructura.El proyecto representa un paso importante para visibilizar y dignificar el trabajo de las cocineras y cocineros tradicionales, quienes por generaciones han sido guardianes de la identidad culinaria mexicana sin contar con el respaldo necesario para ejercer su labor en condiciones óptimas.Si la iniciativa es aprobada en San Lázaro, Hidalgo no solo será reconocido como cuna defensora de los derechos humanos de estos exponentes gastronómicos, sino que sentará un precedente para que otros estados impulsen políticas similares en favor de sus propias tradiciones culinarias.

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