Hidalgo impulsa la educación: casi 2 mil escuelas reciben mobiliario y tecnología

En un esfuerzo que abarca desde el aula hasta los rincones más apartados del estado, el gobierno de Hidalgo concretó la entrega de mobiliario y equipo tecnológico a mil 988 planteles de educación básica, marcando un paso significativo hacia la mejora de las condiciones educativas en la entidad. Con una inversión de 153 millones 254 mil 800 pesos, esta acción representa uno de los despliegues más amplios de recursos en infraestructura escolar en los últimos años.

El acto de entrega no solo simboliza un compromiso administrativo, sino que responde directamente a necesidades estructurales históricamente postergadas. Durante años, numerosas escuelas operaron con mobiliario en malas condiciones, carencia de equipos didácticos y acceso limitado a tecnología, lo cual limitaba el desarrollo pleno de los estudiantes y complicaba la labor docente.

Esta distribución de recursos incluyó equipo para aulas y talleres didácticos, herramientas tecnológicas, mobiliario educativo, material deportivo, equipamiento cívico y recursos para rehabilitación de espacios, abarcando así una atención integral a las necesidades más urgentes del sistema educativo estatal. Se trata de una medida que no solo impacta el presente, sino que apuesta por transformar las condiciones del aprendizaje de forma sostenida.

Para el gobernador Julio Menchaca Salazar, esta iniciativa forma parte de una visión de gobierno que se construye en colectivo, desde distintas trincheras de servicio público. Subrayó que el verdadero motor del cambio está en el trabajo coordinado y en la responsabilidad compartida de todos los niveles de gobierno.

Por su parte, el secretario de Educación Pública en la entidad, Natividad Castrejón Valdez, destacó que el fortalecimiento de la infraestructura es una herramienta clave para garantizar el derecho a una educación de calidad. En un entorno donde las brechas digitales y materiales todavía representan un reto en muchas comunidades, esta inversión se convierte en una respuesta concreta y medible.

Este impulso no se limita a las zonas urbanas, sino que también alcanza a escuelas ubicadas en comunidades rurales y marginadas, donde los apoyos suelen llegar con menor frecuencia. El acceso a mobiliario digno y a herramientas tecnológicas representa un avance en equidad educativa y una forma de dignificar tanto el proceso de enseñanza como el de aprendizaje.

El compromiso declarado de mantener un manejo de recursos públicos transparente y eficiente añade un componente de confianza en la ejecución del programa. Más allá de la entrega, el verdadero impacto se medirá en las aulas: en niños y niñas que podrán aprender en mejores condiciones, en docentes con más herramientas, y en comunidades que verán reflejada esta inversión en el futuro de sus hijos.

La inversión en educación no es solo un gasto; es una siembra a largo plazo. Hidalgo lo entiende así y, con esta acción, coloca las bases para un sistema educativo más sólido, digno y justo.

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