Desde que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero, cinco hidalguenses han sido deportados a México, según informó Ricardo Gómez Moreno, secretario de Bienestar e Inclusión Social de Hidalgo. Pese a la preocupación que genera la nueva política migratoria del mandatario estadounidense, el funcionario estatal aseguró que estas cifras se mantienen dentro de lo «normal» y que el estado está preparado para recibir a los connacionales que sean repatriados en los próximos meses.
Las autoridades estatales prevén la llegada de hasta 10 mil hidalguenses deportados por mes, por lo que trabajan en estrecha coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM) para establecer protocolos y medidas de apoyo para su reincorporación a la vida en México. «Estamos atentos tanto a los connacionales como a los migrantes de otros países que lleguen a Hidalgo», destacó Gómez Moreno, subrayando que, hasta ahora, las cifras no han superado los niveles habituales de repatriaciones anuales.
Si bien el gobierno estatal no espera un incremento drástico en las deportaciones, se mantienen en alerta ante posibles cambios en la política migratoria de EE.UU. que pudieran generar un mayor flujo de retorno. Mientras tanto, organismos locales y nacionales refuerzan estrategias para ofrecer apoyo a los deportados, incluyendo oportunidades de empleo y programas de reinserción social.
La situación migratoria sigue siendo un tema de gran relevancia en Hidalgo, donde muchas familias dependen de las remesas enviadas por sus familiares en el extranjero. La incertidumbre en torno a la administración de Trump mantiene en vilo a miles de hidalguenses que residen en EE.UU., quienes temen ser los siguientes en la lista de deportaciones.