Uno de los temas menos atendido en nuestra sociedad es el referente al de la salud mental, a veces por pensar que es irrelevante y en otras por desinformación; sin embargo, es tan valioso mantener una sanidad mental tanto como la física.

Pero ¿qué se debe entender por salud mental? Cuando el ser humano presenta un estado de bienestar emocional, psicológico y social, que le permite enfrentar los diferentes desafíos de la vida cotidiana, trabajar de manera productiva y relacionarse de manera armoniosa con las personas que son parte de su comunidad, se puede decir que posee salud mental. 

La sanidad mental ayuda a enfrentar el estrés y las adversidades que se presentan en el día a día, aunado a mejorar la capacidad de trabajo potencializando la productividad. Así también, contribuye a mantener relaciones interpersonales (familia, amigos, pareja, compañeros) sanas y satisfactorias, lo que a su vez repercute en el gusto y la disposición de ayudar a la comunidad a la que pertenece y sentirse más conectados con el contexto. Todo lo anterior propicia un aumento en la calidad de vida, la cual permite disfrutar de manera grata y profundamente las actividades y experiencias, tanto las cotidianas como aquellas que son significativas.

Por lo que, si una persona experimenta algún tipo de insatisfacción o malestar que tenga que ver con la esfera emocional, psicológica o social, es muy recomendable que acuda a algún profesional de la salud mental, el cual le apoyará para solventar esas dificultades.

A manera de conclusión, la sanidad mental es esencial e importante para poseer un bienestar general y buena calidad de vida.