Como parte de nuestro proyecto del jardín botánico en la parroquia de Tepeji del Rio, llevamos a los asistentes el conocimiento de las plantas medicinales de fácil acceso de manera que la población tenga medicina natural a su alcance y a bajo costo.
Y esta semana le toco al tomillo, que es una planta europea de entre 10 y 30 cm de alto; y densa, con hojas muy pequeñas y recubiertas de pilosidad. Sus flores son pequeñas, se agrupan en ramilletes. Varían entre el violeta y el blanco y dejan un potente olor al tacto. La en primavera, es el mejor momento para la cosecha.
Existen unos 40 tipos diferentes de tomillo. Además de estar emparentado con la salvia, la lavanda y el romero.
Ya en Egipto y Grecia se consideraba una planta «milagrosa», que permitía recobrar las fuerzas y, según Galeno, curar enfermedades respiratorias e intestinales.
Es además una planta versátil, que suma a sus posibilidades medicinales sus usos como insecticida y aromatizante.
El aceite esencial de tomillo tiene diferentes composiciones según el tipo de planta, pero se basa siempre en el timol y el carvacrol, que aportan el particular olor. Además, contiene taninos, saponósidos, flavonoides y ácidos fenólicos (caféico y rosmarínico). Por eso, aporta beneficios para la salud: antisépticos, antiinflamatorios, antiparasitarios, antifúngicos, expectorantes y tónicos, tiene la capacidad de abrir el apetito, ya que ayuda a producir jugos gástricos.
Alivia los síntomas del catarro, la gripe, y otras afecciones respiratorias y alérgicas, tanto en infusión como en inahalaciones de tomillo.
Facilita la digestión, por lo que puede usarse en gastroenteritis o en el síndrome del colon irritable, tanto en infusión como en jarabe. También alivia la hinchazón abdominal y evita los gases. En caso de intoxicación alimentaria, ayuda a restaurar el funcionamiento de la vesícula y el hígado. Además, favorece la eliminación de parásitos intestinales como las lombrices.
Por sus propiedades tónicas, es adecuado en todas sus formas (infusión, decocción, jarabe o extracto líquido) como estimulante en estados de astenia, debilidad o convalecencia; a esto se referían las «propiedades milagrosas» de las que hablaban en la Antigüedad. Mitiga los dolores, por lo que puede usarse en caso de dolor reumático, contracturas y lesiones en forma pomada a través de masaje o friega, así como para aliviar el dolor menstrual o la migraña (en infusión).
Como colutorio, alivia el dolor de muelas y el sangrado de encías. En loción o en decocción, se utiliza contra los hongos de la piel y para fortalecer el cuero cabelludo, frenando la caída del cabello. Sobre heridas y quemaduras leves, en lavados y cataplasmas. También se usa en decocción para hacer inhalaciones de tomillo en caso de congestión nasal y mucosidad. Tisana de tomillo para aliviar el estómago: Mezclamos tomillo, manzanilla, milenrama y hojas de naranja agria, en partes iguales. Primero se hierve el agua, y luego se agrega una cucharada sopera de la mezcla. Se deja reposar tapado 10 minutos antes de filtrar. La tisana se puede tomar hasta tres veces al día, después de las comidas. Enjuague de tomillo: Se hace una decocción de los ramilletes de tomillo fresco. Se añade una pizca de sal de grano y se cuela o filtrar antes de usarlo para hacer gárgaras. Así que ya lo sabes ten una planta de tomillo en casa.
Por Dra. Graciela Morán Villafuerte. FUENTE: Libro Las Bondades Del Tomillo
