Luis Miguel conquista Pachuca con un concierto que quedará para la historia
La espera terminó. Luis Miguel, conocido como «El Sol de México», regresó a Pachuca después de 11 años para ofrecer un espectáculo memorable la noche del martes en el Estadio Miguel Hidalgo. Más de 20 mil personas se reunieron para vivir una velada llena de nostalgia, emoción y música que reafirma el legado del icónico artista.
Minutos después de las 9 de la noche, el estadio estalló en ovaciones cuando las luces se apagaron y «No culpes a la noche» marcó el inicio de una noche mágica. Desde ese momento, los éxitos no pararon: «Amor, amor, amor», «Suave» y «Hasta que me olvides» resonaron con fuerza mientras el público cantaba y bailaba al unísono.
Mariachis y tradición: el toque mexicano que emocionó a todos
Uno de los momentos más emocionantes llegó cuando Luis Miguel fue acompañado por un grupo de mariachis en el escenario. Temas como «La Bikina» y «La Media Vuelta» hicieron vibrar el estadio, convirtiendo la presentación en una auténtica fiesta mexicana. La conexión entre «El Sol» y su público fue palpable, con cada letra coreada como un himno nacional.
En un gesto inesperado, Luis Miguel adelantó el espíritu navideño al interpretar «Santa Claus llegó a la ciudad». Con su distintivo estilo, convirtió este clásico en un momento especial, lleno de alegría y entusiasmo. Los asistentes, muchos de ellos vestidos con gorros de Santa y luces navideñas, acompañaron la interpretación con aplausos y bailes que llenaron el estadio de calidez, incluso en la fría noche hidalguense.
El gran final: clásicos para el recuerdo
El cierre del concierto estuvo a la altura de las expectativas. Luis Miguel despidió la noche con una selección de sus grandes éxitos, incluyendo «Ahora te puedes marchar», «La chica del bikini azul» e «Isabel». Por supuesto, «Cuando calienta el sol» puso el broche de oro a una presentación que dejó al público deseando más.
Aunque los asistentes corearon con insistencia para que regresara al escenario, Luis Miguel decidió no ofrecer ningún encore, dejando a los presentes con una mezcla de satisfacción y anhelo.
A pesar de su larga ausencia de los escenarios hidalguenses, Luis Miguel demostró por qué sigue siendo una figura insustituible en la música latina. La energía y pasión que mostró en el escenario hicieron de esta noche un momento que los asistentes no olvidarán.
Este concierto no solo marcó el regreso del cantante a Pachuca, sino que también reafirmó su estatus como una leyenda viva, capaz de conectar con diferentes generaciones y de llenar estadios con su inigualable carisma.