Psic. Julio Eduardo Trejo Cruz.

En algún momento de nuestra vida hemos convivido con alguna persona que se ha encontrado en un estado de salud delicado; hemos convivido o tenido alguno, ¡Vaya, nosotros hemos sido uno!; sin embargo en está ocasión la enfermedades las cuales debemos mantener presentes al leer este artículo no son aquellos resfriados comunes o infecciones estomacales por comer en la calle. Las enfermedades de las que hoy se hace referencia son aquellas en las cuales se necesitan de cuidados especializados, en las que su evolución son mayormente degenerativas, aquellas enfermedades en las cuales después de tratar determinada sintomatología debe de existir un trabajo multidisciplinario para ser tratados.Según la Organización Mundial de la Salud en el 2022, definió la enfermedad como toda alteración o desviación en el estado fisiológico en una o más partes del cuerpo, siendo manifestada por síntomas y signos característicos, cuya etiología, evolución y consecuencias pueden ser conocidas o desconocidas.En México se tiene registro que las primeras causas de muerte son enfermedades del corazón con 97,187 casos registrados, diabetes mellitus con 55,885 casos y tumores malignos (cáncer) teniendo registro de 45,409 casos según Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) en enero a junio de 2023 (INEGI, 2024).La enfermedad no solo afecta a aquella persona que se encuentra en una camilla, sino que de igual manera afecta a padres, hermanos, amigos… La manera en la cual puede afectar a un sistema familiar y social dependerá del rol que presente cada integrante en dicho sistema. Mayormente la primera afección en la familia llega a ser económica; según datos del INEGI (2020) el 73.47% de la población mexicana tenía derechohabiencia, sin embargo los gastos no solo se limitan al equipo médico, especialistas o los procedimientos clínicos, también se deben de contar estudios de laboratorio, medicamentos, insumos alimenticios del o de los acompañantes, transporte, etc.

No todas las familias pueden darse el tiempo de estar presente durante la enfermedad o durante la recuperación de la misma. Muchos deben cumplir con horarios específicos en el trabajo y muchas veces no importa que tanto se trabaje, el dinero dentro del proceso de una enfermedad crónica degenerativa nunca es suficiente, debido a que se necesita de constancia para una correcta evolución de la enfermedad. Pero como ya se ha demostrado anteriormente el buen apego al tratamiento viene intrínsecamente aunado a un valor monetario.Sin embargo no todo es dinero, el desgaste que se llega a tener no solo como proveedor sino como cuidador es complejo, con el paso del tiempo y debido a respuestas multifactoriales en el contexto, los cuidadores primarios y secundarios pueden generar ansiedad, estrés, depresión, culpa, ira, incertidumbre, miedo, aislamiento social, etc.Poseer una enfermedad de índole crónico degenerativo, conlleva consigo cambios a nivel personal, conductual, familiar, profesional, emocional y social. Son cambios que aunque necesarios son complejos de adaptar y aceptar, porque no importa que seas padre, hermano o amigo de un enfermo, afuera del cuarto de hospital también se es trabajador, estudiante, ciudadano, pareja, hermano, padre/madre.No solo se tiene un rol, se tiene varios; y muchas veces se pierde de vista que somos seres sociales, que así como un hoja de papel es para escribir, también sé puede usar para pintar, crear, moldear y diseñar…

Un comentario en «No solo es el enfermo.»
  1. Excelente publicación!, todo sustentado bajo la mira de la ciencia. Es necesario reconocer que el contexto familiar es la base fundamental para enfrentar estos episodios de la vida y después tomar control de los estragos que con lleva tener un enfermo en casa.
    Me encanto, Felicidades!!

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