En un emotivo gesto de solidaridad y eficiencia, elementos de la Policía Violeta de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo brindaron auxilio a un adolescente de 14 años, quien contaba con un reporte de desaparición en el estado de Chihuahua. Este caso pone de manifiesto la importancia de la colaboración ciudadana y la pronta actuación de las autoridades.
La historia comenzó con una llamada ciudadana que alertó sobre la presencia de un joven desorientado en las inmediaciones de la central de autobuses. De inmediato, los elementos de la Policía Violeta acudieron al lugar y localizaron al adolescente, quien lucía confundido y sin rumbo fijo. El joven explicó que había viajado desde Chihuahua hasta Hidalgo con la esperanza de encontrar a un familiar, pero la falta de recursos y de información concreta lo dejó atrapado en una situación de incertidumbre.
Según relataron las autoridades, el adolescente comenzó a deambular por las calles cercanas a la terminal de autobuses al no encontrar apoyo. Los agentes, tras escucharlo y verificar su situación, se comunicaron con la madre del menor, quien había presentado una denuncia por su desaparición en Chihuahua. Este contacto fue fundamental para esclarecer el panorama y asegurar que el joven pudiera regresar a su hogar.
Luego de confirmar que el adolescente no era víctima de violencia familiar, la Policía notificó a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Hidalgo. Esta institución asumió el resguardo del menor y coordinó las acciones necesarias para su pronta reintegración con su familia.
Este caso subraya la importancia de la denuncia ciudadana y la acción policial en la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad. La Policía Violeta, una unidad especializada en atención y prevención de violencia de género, demostró su compromiso al extender su misión hacia casos de extravío y vulnerabilidad juvenil. Gracias a esta intervención, un adolescente pudo volver a un entorno seguro y reencontrarse con su familia.
El esfuerzo coordinado entre la ciudadanía, las fuerzas de seguridad y las instituciones de protección de menores es un recordatorio de que la colaboración puede marcar la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan.