Amigas, amigos.
El día 25 de octubre, decenas de policías y elementos de seguridad pública, del Municipio de Querétaro, equipados con escudos, chalecos, y utilizando perros entrenados, agredieron y violentaron los Derechos Humanos de mujeres e infancias indígenas. La razón: El Gobierno municipal del panista Felipe Fernando Macías ordenó la mañana de ese día, un operativo policial en el Centro Histórico de Querétaro denominado “Plan de Orden”, con el que busca impedir que los artesanos indígenas se instalen en plazas populares a vender su trabajo artístico.
Yo me enteré, porque ese día, a través de redes sociales, comenzó a circular un video en el que policías del municipio de Querétaro, jaloneaban a una mujer indígena con un bebe en brazos.Lo primero que llegó a mi mente, fue lo siguiente: Cuando el racismo llega al poder, las y los indígenas no estamos a salvo. Las artesanas agredidas, elaboran la muñeca “Lele”, sí, la famosa muñeca, representativa de Querétaro y todo el país. Irónicamente, hace poco tiempo una muñeca “Lele” de 6 metros recorrió el mundo, siendo exhibida en ciudades como Madrid, Sídney, Londres, Shanghái y San Francisco. Poniendo en alto el nombre de México y de Querétaro en particular, sin embargo, parece que que las guardianas de la la cultura Otomí que la elaboran, no son deseadas en los espacios públicos del municipio gobernado por el panista Felipe Fernando Macías. Lo que él y su gobierno no entienden, es que el espacio público no les pertenece, le pertenece al pueblo, y por lo visto tampoco entienden que no pueden pretender que las y los artesanos vendan únicamente en un mercado, aislados, ocultos.
Parece que ese gobierno quisiera negar la existencia del pueblo Otomí, pareciera que quieren ocultarlos. Eso no se puede, porque esos que se toman fotos con la muñeca y la quieren presumir a cada oportunidad, olvidan que no es solo un elemento decorativo, se trata de una expresión artística y cultural del pueblo Otomí. Eso que presumen, para las artesanas representa su medio de trabajo y sustento. Quieren el arte indígena como elemento promocional, pero no quieren a las personas indígenas que viven a través de su trabajo artístico.
Por eso resulta conveniente recordarles, que antes que existiera el Estado Mexicano, antes de que existiera un municipio llamado Querétaro, antes de todo eso, los Otomíes ya vivían en esa tierra. Es oportuno recordarle a la Derecha, particularmente al Partido Acción Nacional, que por mucho que añoren la época de la opresión española, ese tiempo ya pasó. Ahora nuestra nación reconoce que su composición pluricultural y multiétnica se sustenta originalmente en nosotros, en los indígenas.
El pueblo Otomí es extenso, y no debe olvidar esta nueva afrenta.Todas y todos, desde nuestra trinchera, combatamos el racismo que se niega a morir.
Brevemente: Algunos proyectos personales han absorbido todo mi tiempo libre, y se me ha dificultado escribir más seguido, gracias por seguir pendientes.Quiero dedicar esta columna, respetuosamente a mis hermanas y hermanos Otomíes de Querétaro. Recuerden que existimos porque resistimos, y recuerden las palabras de Jesús de Nazaret “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”
Excelente columna mi estimado Agustín. Que su racismo nos indigne, que su opresión nos indigne, que nunca se nos olvide que los Otomíes existen porque resisten.
I do love the manner in which you have framed this particular challenge plus it does supply us some fodder for consideration. However, from just what I have observed, I simply just hope when the responses pile on that people today continue to be on point and don’t embark on a soap box of some other news du jour. Still, thank you for this excellent piece and though I can not necessarily concur with the idea in totality, I respect your viewpoint.